Hoy día hay numerosas toxinas que entran a nuestro organismo por nuestro sistema respiratorio, por la piel y principalmente por el sistema digestivo, por lo cual, para prevenir enfermedades crónicas es importante dedicar algunos días al año a la desintoxicación de nuestro organismo.
Hay algunas sustancias como el aluminio, proveniente de los utensilios que tenemos en casa, que se van acumulando lentamente dentro de nuestro organismo, en este caso, la primera recomendación es cambiar este tipo de utensilios por otros que no desprendan sustancias que vayan pasando a nuestro organismo.
Es prioritario de no consumir alimentos que nos incorporan sustancias nocivas, de ahí la necesidad de utilizar productos orgánicos o por lo menos de producción limpia, evitar excesos de bebidas alcohólicas, medicamentos innecesarios, comida cargada de grasas no saludables, azúcares, alimentos ultraprocesados, en fin, el mejor detox es no “intox”.
Resulta pertinente recordar en este punto la “Dirty dozen”, los alimentos que albergan las más altas dosis de pesticidas:
- Fresas
- Espinaca
- Kale
- Nectarinas
- Manzanas
- Uvas
- Cerezas
- Duraznos
- Peras
- Pimetón y chiles
- Apio
- Tomates
Es fundamental consumir estos alimentos de origen orgánico.
Es complementario a los buenos hábitos de vida, la necesidad de las desintoxicaciones de los órganos afectados directamente por los diferentes contaminantes.
Para la limpieza del sistema respiratorio se puede utilizar una solución salina para limpiar los senos paranasales.
No hay mecanismos para limpiar pulmones, pero recorrer zonas rurales con menos contaminación que las de las ciudades que habitamos, brinda un descanso y una oxigenación saludables.
Existe también la contaminación auditiva, electromagnética y por metales pesados. En los dos primeros casos, alejarse de forma programada y sistemática de sus fuentes en la manera para disminuir sus efectos nocivos en la salud. Un ejemplo sencillo es no dejar aparatos electrónicos dentro de la habitación donde dormimos y desconectar en Wifi en la noche. Esto tan sencillo mejora la calidad del sueño y esto repercute en la mejora de todo el cuerpo.
Para el caso de los metales pesados se sugiere por ejemplo consumir peces pequeños, ya que hay mayor acumulación de estos contaminantes en los peces muy grandes.
Para las vías digestivas si hay varios métodos de desintoxicación.
Los alimentos que ingerimos pasan hasta el intestino, una parte es absorbida en el intestino delgado, otra parte no es absorbida y si no se elimina en la materia fecal se acumula en el colon, pudiendo generar enfermedades allí. Aquí aplica la limpieza colónica. Esta limpieza también barre la flora intestinal, por lo cual sirve de reseteo de la flora intestinal, y es necesario reponerla.
La mayoría de toxinas se absorben en la mucosa del intestino delgado, esto es exacerbado por los problemas de permeabilidad intestinal.
La limpieza del intestino delgado se hacía desde la antigüedad con agua salina y origina diarrea.
Las toxinas que son absorbidas y pasan a la sangre tienen dos sistemas de filtración: el hepático y el renal.
El sistema hepático: recibe el flujo sanguíneo que llega del intestino delgado y del intestino grueso, cargado de nutrientes y las toxinas que hayan pasado. En el hígado se metabolizan estos nutrientes y las tóxinas, sin embargo el cuerpo no tiene la capacidad de manejar todas estas tóxinas que no deberían llegar a él.
Después de que el hígado metabolice todos los nutrientes, si le queda capacidad, pasa a metabolizar las toxinas, esto lo hace con las moléculas citocromo P50 y el glutatión. Para mejorar la capacidad depurativa del hígado se puede suplementar con glutatión.
Debido a la gran cantidad de funciones que tiene el hígado es muy importante su depuración, esta se puede hacer por diferentes caminos, el uso de plantas como la silimarina y el cardomariano es una buena opción.